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viernes, 19 de abril de 2013
miércoles, 10 de abril de 2013
lunes, 1 de abril de 2013
La Isla de Cortegada y la Familia Borbón
Mucho se está hablando estos días, a raíz del aniversario de la muerte de Juan de Borbón (padre del Rey Juan Carlos I) de su fortuna y de como pudo hacerse con ella ya que se desconoce fuente regular de ingresos. Yo quiero hacer llegar, a quien aún no lo conozca, como obtuvo una parte de su patrimonio aprovechándose de la población de Carril (Vilagarcía de Arousa, Pontevedra), aunque es una historia recogida en numerosos artículos y publicaciones.
La Isla de Cortegada pertenecía históricamente a una casa adinerada de la localidad de Vilagarcía de Arousa y estuvo habitada hasta los primeros años del S. XX. En 1910, por iniciativa popular, el pueblo de Carril (los lugareños con sus pingües ahorros) deciden regalarle la isla a Alfonso XIII con la idea de que construyera en ella su residencia de verano y así dar a conocer su población y que esto constituyera un polo de desarrollo socio-económico. Incluso existen testimonios que indican que unos años antes del propio 1910 fue el mismo Alfonso XIII quien mostró interés por la isla y expresó su deseo por construir, si fuera posible, un palacio en ella. Los planes de los vilagarcianos de convertirse en alojamiento real se van al traste cuando Alfonso XIII elige como residencia de veraneo el Palacio de la Magdalena en Santander.
Tras la muerte de Alfonso XIII, Juan de Borbón hereda la isla donada por el pueblo y, en 1980, decide vendérsela por 60 millones de pesetas a una empresa inmobiliaria que pretende construir una urbanización de lujo y un puente que una la isla con el continente. He aquí un buen ejemplo de como construyó su Patrimonio con un margen de beneficio inmejorable para la familia Borbón: vendieron por una cantidad millonaria un bien que les había sido regalado por el pueblo. La empresa inmobiliaria nunca pudo satisfacer sus pretensiones de urbanizar la isla debido a la presión social, a pesar de un tímido e incomprensible intento por parte del ayuntamiento vilagarciano en colaboración con el propio Juan de Borbón en el año 1982. Afortunadamente no llegó a buen puerto.
Finalmente en el año 2007 la Isla de Cortegada pasa a manos públicas al pagar la Xunta de Galicia 1,8 millones de euros tras ser incluida esta isla dentro del Parque Nacional de la Illas Atlánticas de Galicia. Además de todo lo mencionado anteriormente de la isla, es especialmente destacable que alberga el considerado más importante bosque autóctono de laureles de Europa. Este bosque autóctono junto con la avifauna asociada a él son los valores fundamentales que le han valido a esta isla la inclusión en el único Parque Nacional existente en Galicia.
La Isla de Cortegada pertenecía históricamente a una casa adinerada de la localidad de Vilagarcía de Arousa y estuvo habitada hasta los primeros años del S. XX. En 1910, por iniciativa popular, el pueblo de Carril (los lugareños con sus pingües ahorros) deciden regalarle la isla a Alfonso XIII con la idea de que construyera en ella su residencia de verano y así dar a conocer su población y que esto constituyera un polo de desarrollo socio-económico. Incluso existen testimonios que indican que unos años antes del propio 1910 fue el mismo Alfonso XIII quien mostró interés por la isla y expresó su deseo por construir, si fuera posible, un palacio en ella. Los planes de los vilagarcianos de convertirse en alojamiento real se van al traste cuando Alfonso XIII elige como residencia de veraneo el Palacio de la Magdalena en Santander.
Tras la muerte de Alfonso XIII, Juan de Borbón hereda la isla donada por el pueblo y, en 1980, decide vendérsela por 60 millones de pesetas a una empresa inmobiliaria que pretende construir una urbanización de lujo y un puente que una la isla con el continente. He aquí un buen ejemplo de como construyó su Patrimonio con un margen de beneficio inmejorable para la familia Borbón: vendieron por una cantidad millonaria un bien que les había sido regalado por el pueblo. La empresa inmobiliaria nunca pudo satisfacer sus pretensiones de urbanizar la isla debido a la presión social, a pesar de un tímido e incomprensible intento por parte del ayuntamiento vilagarciano en colaboración con el propio Juan de Borbón en el año 1982. Afortunadamente no llegó a buen puerto.
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Cosas de la red!
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